martes, 9 de marzo de 2010

LOS INSECTOS PALO

Viven generalmente sobre arbustos y árboles de los que se alimentan, presentando tanto homotipia como homocromía. Tanto si son crías como adultos, los insectos palo se refugian de sus enemigos escondiéndose entre la vegetación. Hasta tal punto juego un papel importante el arbusto que hace de abrigo que los arbustos que Clonopsis gallica elige como refugio son espinosos como los espinos, los rosales, los endrinos, las zarzamoras, etc.
Los insectos palo no se alejan de su planta nutricia durante el día y esperan a que llegue a la noche para alimentarse (son animales nocturnos). No obstante, no todas las noches les sirven para sus cortas correrías (de apenas dos metros de distancia). Estos animales sólo acostumbran a abandonar su refugio en las noches cálidas y sin viento. El fuerte viento o la humedad ambiental elevada parece incomodar a los insectos palo. Solo muestran activos bien entrada la noche, por lo que de día, por culpa de sus grandes dotes para el camuflaje nos será casi imposible ver a alguno de estos animales mimetizados entre el follaje de los arbustos, aunque lo tengamos delante de nuestros ojos.
 

Los insectos palo jóvenes, sobre todo los recién nacidos, son mucho más activos que los adultos y pueden recorrer grandes distancias para alejarse mucho de su lugar de origen (también es cuando son más diurnos). Sin embargo, cuando llegan a la edad adulta se vuelven animales muy perezosos y raramente se desplazan más de 3 metros a lo largo de todo una noche.

A parte, de su apariencia críptica, también cuentan con otros sistemas defensivos, como hacer ruido o tener estructuras con vivos colores, sus alas, que despliegan cuando se sienten amenazados, entre otros muchos. Además, las crías de insecto palo (ninfas) se pueden desprender de sus extremidades (fenómeno denominado autotomía) cuando son capturadas por un depredador y sujetadas por este punto. Algo parecido a lo que les sucede a las salamanquesas con la cola.

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